En 1919 vuelve a ubicarse en la tercera posición. Tras volver a Tercera División y cosechar una serie de descensos a categorías inferiores (disputó a mediados de los 90 varias temporadas en Primera Regional) y de nuevos ascensos, en la temporada 2002/03 descendió de Tercera División para disputar desde entonces categorías regionales. 37 de la temporada 2013-14 a la del 18 para la temporada 2014-15 cuando se convirtió en uno de los delanteros titulares del club, y posteriormente efectuó otro cambio al modificar su dorsal por el 10 en la temporada 2015-16 al ser el principal delantero del equipo. Finalmente la organización resultó un éxito, y la competición se seguiría celebrando con una periodicidad de cuatro años, al igual que el Mundial de Fútbol, con el que se alternaría cada dos años por ser la máxima competición de selecciones en Europa. Mussolini, al igual que en 1934 y no contento con los éxitos recientes del combinado, seguía sin estar dispuesto a ver perder a su equipo. De esta manera, Italia perdía una nueva oportunidad de recuperar éxitos pasados. Este fue un fuerte golpe para una selección que intentaba recuperar viejos éxitos. Una séptima posición y el no acceder a la fase final del torneo, de la que acabaría saliendo vencedora la selección uruguaya en el famoso «Maracanazo» para empatar en el palmarés de la competición con los italianos y recuperar de nuevo el trono como mejor conjunto mundial, fue un duro varapalo para «Gli Azzurri» del que tardarían en recuperarse.
Éstas, corrieron a cargo de los periodistas italianos Antonio Ghirelli y Corrado Pizzinelli que escribieron una nota para el periódico italiano «Il Resto del Carlino» hablando sobre la precaria situación de la capital Santiago de Chile. En la temporada 1988/89 esta tendencia continúa con la llegada de John Lauridsen, Antonio Álvarez y Francisco Pineda, con el propósito de mantener la categoría sin grandes apuros. Este proyecto es el resultado de cinco ediciones del exitoso campus inclusivo de baloncesto, en el que temporada tras temporada menores, con y sin silla de ruedas, demostraron la necesidad de actividad deportiva en aquellos cuyas patologías o circunstancias les obligan a permanecer en una silla de ruedas y cuya movilidad es muy reducida incluso con la silla. La temporada siguiente, que empezó con unos cuatro mil socios, cuando pocos años antes había llegado a los quince mil, volvió a estar marcada por asuntos extradeportivos, con demandas, embargos y un breve encierro de la plantilla en el Estadio de La Condomina.
Pese a ello, el evento fue realizado en cuatro sedes, la segunda menor cantidad en la historia de las copas mundiales: Arica, Rancagua, Santiago de Chile y Viña del Mar. Italia, con la complicada tarea de defender de nuevo el título, tras ya 12 años, se vio aún más afectada por la tragedia citada del accidente de sus jugadores en las afueras de Turín, y la transición política del país, que salía de una dictadura para convertirse en la República Italiana. Nuevamente se recurre al técnico del filial Fran Fernández para que se haga cargo del equipo, aunque en está ocasión de forma fija hasta final de temporada, la cual logra salvar no sin apuros, consiguiendo una sufrida permanencia en la última jornada en el Anxo Carro tras el empatar 1-1 contra el CD Lugo. Entre las causas, amén de la guerra, se encuentra la «Tragedia de Superga», en la que falleció gran parte del plantel del Torino, que por aquel entonces era el más exitoso de Italia, ganando 5 campeonatos de la Serie A consecutivos, y en el que hasta 10 jugadores copaban el equipo titular de la squadra azzurra. Desgraciadamente, se produjo el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, por lo que quedaron suspendidas las prácticas deportivas oficiales a nivel de selecciones, hasta varios años después, mientras el mundo se recuperaba de los acontecimientos, y pudiese volverse a organizar un evento de tales magnitudes sin que supusiese un peligro que desencadenase nuevos enfrentamientos entre las distintas naciones.
A nivel institucional, el Atlético se encuentra legalmente constituido en sociedad anónima deportiva (S.A.D.) desde 1992, tras entrar en vigor la normativa de transformación de la práctica totalidad de clubes deportivos en España. Tras la Segunda Guerra Mundial, el fútbol internacional logró sobrevivir gracias a que en los distintos países se continuó con la práctica del fútbol a nivel nacional, e incluso algunos partidos amistosos, aunque muy escasos, entre selecciones. Italia luchaba contra su exitosa historia por volver a ser una de las mejores selecciones mundiales. El encuentro celebrado en París contó con una asistencia de casi 60 000 espectadores, una cifra muy alta dada la época, y las pocas infraestructuras existentes de semejante capacidad. El posterior triunfo de la squadra azzurra por 2 a 0 sobre Paraguay fue solo para las estadísticas. En la Copa Mundial de 1930, Perú usó un diseño alternativo porque la selección de Paraguay ya había registrado un uniforme similar con camisetas de rayas blancas y rojas.