Nahuel Molina, de nacionalidad argentina. José María Giménez posee la doble nacionalidad uruguaya y española. Ángel Correa posee la doble nacionalidad argentina y española. A nivel nacional la Real Federación Española de Fútbol se encarga en la mayoría de los casos de organizar las diferentes competiciones de clubes tanto a nivel masculino, como femenino, en diversas categorías. De su filial, el Atlético de Madrid ‘B’, y de sus juveniles han salido numerosos futbolistas que han triunfado tanto vistiendo la elástica rojiblanca, como en equipos de primer nivel del panorama nacional e internacional. Ambos clubes crecieron en la década de 1880, apuntando a su primer encuentro en la década de 1890. Antes de la Segunda Guerra Mundial, ambos equipos se llamaban únicamente Manchester y tenían una buena relación. El equipo con más puntos al final del encuentro gana. El objetivo es meter gol (3 puntos) o pasar el balón por encima de la barra (1 punto). El objetivo principal es anotar puntos pateando o golpeando el balón con las manos e introducirlo en el arco rival.
El filial se llamó Atlético Amorós entre 1994 y 2000 por la vinculación que tuvieron las escuelas de fútbol base del Club durante esos años con el madrileño Colegio Hermanos Amorós y su equipo el CD Amorós. Durante los años mezcló el azul marino con ribetes amarillos o blancos. Durante los años 80 la plantilla del Atlético de Madrid estaba formada en su mayoría por jugadores canteranos. Como ejemplo cabe destacar que la final de Copa del Rey conquistada en 1985 la disputaron, en el once inicial, siete canteranos rojiblancos: Mejías, Clemente, Ruiz, Julio Prieto, Marina, Quique Ramos y Rubio. El club cuenta además con varias escuelas dirigidas por la Fundación Atlético de Madrid en las que controlan a más de mil jóvenes canteranos. Además, el Atlético de Madrid cuenta, a través de la Fundación Atlético de Madrid, con escuelas de fútbol base sitas geográficamente de forma estratégica, la mayoría, en la Comunidad de Madrid. En 1997 se creó la Fundación Atlético de Madrid para organizar la obra social de la entidad. A lo largo de sus más de cien años de historia, el Atlético de Madrid ha contado además del fútbol, con diversas secciones deportivas como las de tenis, hockey sobre hierba (obteniendo gracias a estas dos sus primeros títulos nacionales, además de ser uno de los principales impulsores del tenis en España a principios del siglo XX), atletismo, béisbol, boxeo, rugby, voleibol o automovilismo.
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Durazno Fútbol Club. Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Real Valladolid Club de Fútbol. Posteriormente y ya con el modelo de la Segunda División B esta ha sido la categoría más frecuentada por el Barakaldo, siendo en la actualidad uno de los clubes más curtidos en esta categoría. En categoría juvenil, el Atlético de Madrid ha sido dos veces Campeón de Campeones y otra subcampeón, cinco veces campeón de la Copa del Rey y diez veces campeón de Liga de División de Honor. En el año 2001 se fundó el Club Atlético de Madrid Femenino, sección de fútbol femenino del Atlético de Madrid (heredero del Club Atlético Villa de Madrid, campeón de la Primera División femenina en 1990), cuyo primer equipo milita en la Primera División de España. El filial del primer equipo de fútbol es el Club Atlético de Madrid B, fundado en 1963 como Reyfra Atlético Club y que actualmente juega en Segunda División B de España. Si el Atlético es el pupas, el resto, ¿qué son, el costras?
Tal y como exige la normativa de la LaLiga, los jugadores de la primera plantilla deberán llevar los dorsales del 1 al 25. Los jugadores con dorsales superiores al 25 son, a todos los efectos, jugadores del Atlético de Madrid «B», y como tales, podrán compaginar partidos con el primer y segundo equipo. Según normativa UEFA, cada club solo puede tener en plantilla un máximo de tres jugadores extracomunitarios. Una norma federativa obligaba a todos los clubes profesionales a tener un mínimo de cuatro equipos en sus categorías inferiores, por lo que, a fin de poder cumplir esta norma, Gil mantuvo el control del Atlético de Madrid B y cedió el nombre, escudo, camisetas y campo de entrenamiento a dos equipos juveniles y uno cadete, aunque en realidad estos tres equipos estaban desvinculados del Atlético de Madrid, pues no recibían ningún tipo de ayuda económica del mismo. Tras la venta de Alfredo Amarillo al FC Barcelona, llegaron a Valladolid tres jóvenes talentos procedentes del filial azulgrana, de los cuales dos, Moré y Rusky, se consolidaron en el club.