La presentación fue seguida por otros diez conciertos realizados sin previo aviso en distintas universidades británicas; para trasladarse la banda utilizó una furgoneta y se hospedaban en habitaciones modestas, además de solo recibir como paga la colecta voluntaria de los estudiantes que presenciaban el espectáculo. McCartney quería evitar que las presentaciones se hicieran en grandes espacios; la mayoría de los pequeños lugares donde tocaron tenían capacidad para menos de 3000 personas.