La mala predisposición demostrada por la dirigencia del Albion Football Club, negando una oportunidad a las nuevas generaciones, lleva a un grupo de jugadores jóvenes conformado casi en su totalidad por estudiantes, a la fundación de un nuevo club; club que en un principio carecía de sede, fondos y cancha propios, por lo que al decir del propio presidente del Albion, estarían condenados a ser unos «wanderers» («vagabundos», «errantes», en idioma inglés).